sábado, 29 de febrero de 2020

De cerca: Denis Alibec.



- Dos partidos en la liga italiana y uno en la Bundesliga. Esos son los números en las grandes ligas de este delantero rumano que en su día figuró como una firme promesa en su país. Tanto con Inter como con el Bolonia, Denis Alibec no tuvo el protagonismo necesario para amoldarse a competiciones más exigentes.

Con la selección de Rumanía ha llegado a participar en la Eurocopa de Francia 2016, aunque su experiencia internacional se queda muy escasa al solo contar en su trayectoria con once partidos. Al menos pudo marcar un tanto.
Quizás haya sido culpa de no haber destacado demasiado en el extranjero con los clubes que representó. A día de hoy es la referencia de ataque para el Astra Giurgiu, a donde llegó hace dos años tras jugar para el Steaua de Bucarest.

Su padre y su tío ya fueron futbolistas profesionales en Rumanía, por lo que a Denis no le han faltado consejos para intentar triunfar en el fútbol. Alibec nació en Mangalia (Rumanía), el 5 de enero de 1991.

Es un delantero que también puede desempeñarse como mediapunta o echado a la banda izquierda, como extremo. Sobre todo es muy goleador, como ha demostrado en su actual club, pero en otros equipos no ha sabido lucir esa misma facilidad de cara al gol.
Y eso que sus inicios fueron bastante prometedores. Se dice que este atacante empezó a jugar al fútbol en las bellas playas de Mangalia, pero ya con diez años quiso intentar cumplir un sueño como futbolista, por lo que en 2001 ingresó en la cantera del Callatis Mangalia.

Otros clubes que se encargaron de su formación fueron el Steaua de Bucarest y el Farul Constanța. Con el último se produciría su debut profesional en 2008, para el que haría sus primeros goles antes de embarcarse en un ambicioso proyecto al fichar por el Inter de Milan.

En julio de 2009 se anunció su fichaje por la empresa italiana. El rumano no dudó en su intención de triunfar como futbolista, aunque tendría escasas opciones con José Mourinho al mando de la escuadra de San Siro.
Sería el español Rafa Benítez quien confiaría sus primeros minutos en la Serie A. Denis debutaría en la misma un 21 de noviembre de 2010, en una visita al Marcantonio Bentegodi para medirse al Chievo Verona. El choque concluyó con 2-1 para los locales.

Benítez le daría una oportunidad más antes de ser cesado en su cargo de entrenador. El atacante balcánico disputaría otros minutos en una nueva derrota de la Liga Calcio, esta vez ante la Lazio, que como local vencería por 3-1.

Alibec no pudo dejar su rastro goleador en el Inter, club que finalmente optaría por cederle a varios equipos con el objeto de que se foguease debidamente. Su primer destino a modo de cesión fue Bélgica, donde jugó para el Mechelen, de donde también se fue sin hacer diana.
Tras jugar también cedido para el Viitorul Constanța, Denis tendría una nueva oportunidad de competir en lo más alto, ya que el club milanés decidiría mandarlo prestado al Bolonia, equipo de la Bundesliga alemana.

En 2016, Denis Alibec acudió al Mundial de Francia con la selección rumana.

- En Alemania más de lo mismo. Allí no pasaría de jugar más que un partido y, tras concluir su cesión, se marchó del Inter para volver a su país natal, donde recaló en el Astra Giurgiu. Con este equipo ha recuperado su mejor versión, saliendo del club para jugar en el Steaua, de donde retornaría al Astra.

Lleva once partidos y un gol con la selección de Rumanía, para la que también había jugado en sus categorías menores. Con el equipo absoluto acudió a la Eurocopa de Francia 2016, en la que tuvo una aparición.

miércoles, 26 de febrero de 2020

¿Te acuerdas de Ladislao Kubala?



- A pesar de que jugó para tres selecciones nacionales, Kubala nunca llegaría a participar en ninguna Copa del Mundo. Muchos expertos lo ven como una injusticia a su trayectoria deportiva, no exenta de otras hazañas.
Representó a los equipos de Hungría, Checoslovaquia y España. Con la última, una lesión le impidió participar en el Mundial de Chile de 1962. Sin embargo fue una leyenda barcelonista que también defendió los colores del R.C.D. Espanyol.

Tampoco tuvo derecho a alzarse con un preciado "Balón de Oro", algo francamente incomprensible. Obtuvo un quinto lugar al galardón en 1957, quedando por detrás de Alfredo Di Stéfano (ganador), los ingleses Billy Wright y Duncan Edwards y el francés Raymond Kopa.

Kubala es una leyenda del F.C. Barcelona.
- László (Ladislav o Ladislao) Kubala Stecz nació el 10 de junio de 1927 en Budapest (Hungría), aunque él mismo llegó a considerarse eslovaco y fue bautizado como un "barcelonés de Budapest" por un periodista catalán.
Su vida no fue nada fácil. Ladislao provenía de entornos mixtos con raíces húngaras, ya que su madre tenía sangre polaca, eslovaca y húngara, así como su padre pertenecía a la minoría eslovaca del país magiar. Sin embargo, el propio jugador llegó a reconocer que España fue como uno de sus países, así como Barcelona su gran ciudad, donde fue una leyenda.
A finales de los años treinta dio sus primeros pasos en el Ganz húngaro, de donde pasaría al Ferencvárosi TC a mediados de los cuarenta. De ahí pasaría al Vasas, en el que sería su último equipo de la liga húngara. Con éste ganaría varios títulos y se convirtió en estrella nacional. Todos conocían su nombre: "el gran Kubala", un fino interior de movimientos suaves y sinuosos que veía puerta con facilidad. Aún se pueden ver vídeos y partidos en los que "Laszly" muestra su gran técnica, una impresionante visión de juego y esa magnífica facilidad con la que convertía goles. Ya era internacional con la selección húngara, pero con el cambio socialista de su país, todo cambiaría.

Kubala tuvo que huir de su Hungría natal. Lo hizo en un camión del ejército soviético para cruzar el "Telón de Acero" y así instalarse junto a otros en Austria, donde vivió como refugiado. En consecuencia,  federación húngara le acusó de delincuente y estafador.

No encontraba un equipo con el que jugar y así recibir compensación económica para sobrevivir, así que se trasladó a Italia por consejo de su amigo Ferdinand Daučík, donde halló una oportunidad en el Aurora Pro Patria.
Terminó en un campo de refugiados en Cinecittà, y consiguió seguir jugando al fútbol en un equipo amateur fundado por Daučík, el cual respondería al nombre de Hungária. En una gira por España sería descubierto por Real Madrid y Barcelona, siendo el club catalán el que finalmente se haría con sus servicios.

La vida de Kubala cambiaría en la Ciudad Condal, donde sería entrenado por el propio Daučík en una plantilla de renombre en la que se hallaban los Ramallets, Biosca, Basora y Gonzalvo, más tarde se unirían al equipo sus compatriotas Zoltán Czibor y Sándor Kocsis.

Dicen que él mismo jubiló el vetusto campo de Les Corts, el que dio paso al Camp Nou porque la gente no cabía en el campo y todos querían ver al talento magiar, y por ello hubo que construir un recinto de mayor espacio.
En Barcelona se convirtió en leyenda, participando en 186 partidos de la Liga Española en los que anotó 131 tantos. Con el equipo culé conquistó cuatro ligas, cinco Copas del Generalísimo, dos Copas de Ferias, otras dos de Eva Duarte y la Copa Latina.

Tras once preciosos años como blaugrana, László jugaría para el Espanyol tras aquella lesión que le impidió acudir al Mundial de Chile. En 1966 jugaría para el F.C. Zúrich, de donde se marcharía a Canadá para acabar su carrera en el Toronto Falcons.

Ladislao Kubala jugó para las selecciones de Checoslovaquia, Hungría y España.

- Kubala nunca pudo participar en un Mundial, ni si quiera ganó un Balón de Oro, algo que sin duda mereció. Sin embargo jugó para tres selecciones diferentes. Primero representó a Checoslovaquia, después a Hungría y más tarde a España, con la que hizo 11 goles en 19 partidos.

László Kubala falleció el 17 de mayo de 2002 en su querida Barcelona. Aquel inquieto muchacho que pasaba horas pataleando un balón, también demostró una nueva faceta como actor, como bien podemos comprobar en "Los ases buscan la paz", un filme sobre el que os hablaré más adelante en la sección de "¡Ojo al dato!".

La historia de la Copa Mitropa.



- Quizás las generaciones modernas desconozcan este tipo de torneo, incluso desconozcan la importancia del mismo hasta que otros campeonatos eclipsaron su existencia. La "Copa Mitropa" o "Copa de la Europa Central", era una mezcla de las actuales Champions League y Europa League, un evento oficial que reunía a los más importantes clubes de la Europa Central e Italia.

Antes quisiera aclarar el nombre que presentó este campeonato auspiciado por la FIFA. Mitropa es el nombre de una compañía alemana de cáterin que trabajaba principalmente para las empresas ferroviarias que existieron a lo largo del siglo XX.
Mitropa es el acrónimo de Mitteleuropäische Schlaf- und Speisewagen Aktiengesellschaft. Obviamente, era más fácil de pronunciar simplemente Copa Mitropa, que es el nombre que cubrió este torneo internacional de clubes entre 1927 y 1992.

Ejemplar de la Copa Mitropa.
- Tuvo interrupciones a causa de los diversos conflictos políticos europeos, pero acabó alcanzando tal importancia, que otros equipos de países no acogidos por la FIFA terminarían por fundar sus propios torneos, como la Copa de las Naciones y la Copa Latina.
La Copa Mitropa fue una idea del austriaco Hugo Meisl, importante directivo de la FIFA que mucho tuvo que ver con la evolución del fútbol en el centro de Europa, que además fue entrenador de la selección austriaca. La idea era tomar el relevo de la "Challenge-Cup", un formato antecesor del imperio austrohúngaro que fue fundado por John Gramlick y que solamente duró hasta 1911.
En el verano de 1927, Meisl y otros directivos que apoyaban su idea sacaron a relucir el nuevo torneo europeo en Venecia (Italia). Los clubes checoslovacos comenzaban a ganar importancia en el viejo continente, y ya era conocida la competitividad de los equipos de otros países como Yugoslavia, Hungría y, como no, Austria. La idea era crear una competición digna para los ojos del espectador, y la primera edición de la Copa Mitropa echaría a andar con los siguientes clubes participantes: BSK Beograd, MTK Budapest, Admira Wacker, Rapid de Viena, Hajduk Split, Újpest, y los Slavia y Sparta de Praga serían los primeros participantes.

Fue muy disputada aquella edición inaugural del torneo europeo-central, con unas escuadras formadas por jugadores de gran calidad y competitivos, aunque leales al juego limpio y a la deportividad.
La final recogió un gran escenario con el Sparta Praga y Rapid como finalistas, protagonistas de un vistoso duelo que terminó con 7-4 para los checoslovacos. El Sparta -dueño de tres títulos- sería el primer campeón de la Copa Mitropa 1927.

En algunos países ya se originaban la idea de crear competiciones estatales, como en España se decidió crear lo que hoy conocemos como la Liga Española. Sin embargo no hubo sitio para equipos de origen latino, de ahí que años después surgiera la Copa Latina.

Los miembros de la FIFA aceptarían que dos años después se ampliase el número de participantes. Los clubes yugoslavos habían dejado su sitio a los italianos, aunque estos regresaron en 1937 junto a los nuevos participantes suizos y rumanos.
Pero el torneo Mitropa sufriría numerosos cambios a lo largo de su historia, entre clubes que abandonaron la competición por la anexión alemana de Austria y el cese del mismo tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Hubo que aguardar casi una década para que la Copa Mitropa se reiniciase, aunque ya no tendría el mismo éxito que otrora. El nacimiento de otros torneos como la Copa de Ferias, la Copa Latina y la Copa de Europa, harían que la histórica competición acabase perdiendo importancia.

Tal fue el declive que a partir de los años ochenta, el torneo se reservaría para clubes de menor nivel, como por ejemplo, los campeones de las segundas divisiones de cada país. El escaso protagonismo haría que en 1992 desapareciese por siempre la Copa Mitropa.

La Copa Mitropa duró siete décadas y de ella se celebraron 51 ediciones. 

- Hasta más de cincuenta ediciones se llegaron a celebrar, siete décadas diferentes en las que se registraron diversos campeones que alcanzaron la gloria: Ferencváros, Rapid de Viena, Admira, Čelik Zenica, Milan, Estrella Roja, Honvéd, Slavia, Spartak Trnava, Fiorentina, Udinese, Vojvodina, Torino...
Todos ellos se convirtieron en campeones de la Copa Mitropa en alguna ocasión, aunque el Vasas húngaro fue el gran campeón del torneo al acumular seis trofeos, seguido por Bolonia y Sparta de Praga, con tres ediciones cada uno.

Muchos fueron los grandes futbolistas que compitieron en el histórico torneo. Hombres como Ferenc Puskás, Matthias Sindelar, Jozef Masopust, Ladislao Kubala y, hasta el mismísimo Franco Baresi, han llegado a competir en esta olvidada e histórica competición.

martes, 25 de febrero de 2020

De cerca: Jaromír Zmrhal.



- Jugador prácticamente desconocido hasta que aterrizó en la Serie A italiana, donde se halla jugando para el Brescia. De impronunciable nombre, Jaromír Zmrhal salió del Slavia de Praga, donde se daría a conocer como una de las más firmes promesas del fútbol checo.
Gracias a sus primeros pasos con la selección nacional de la República Checa, su nombre ha atravesado fronteras, ya que llamó mucho la atención de los expertos ojeadores en su etapa internacional como juvenil.

Con el equipo nacional absoluto no tiene tanta experiencia, y eso que ya había debutado para el mismo en 2016. Jaromír nació en la ciudad de Žatec (República Checa), el segundo día de agosto de 1993.

Se trata de un centrocampista muy útil que puede desenvolverse a la perfección como volante o extremo izquierdo. Es un magnífico centrador, ya que tiene un guante en su pierna zurda, con la que a veces sorprende tirando a puerta con potentes disparos difíciles de atajar.
Desde muy joven fue considerado como una de las futuribles perlas del fútbol checo. A los once años entró a formar parte de la disciplina del Slavia de Praga, en las que inició una productiva proyección que pronto le llevaría a debutar con el primer equipo.

El 4 de agosto de 2012 se produciría su debut oficial con el primer equipo. Fue en un partido de la Gambrinus Liga contra el Baník Ostrava, en el que contó con unos minutos para ayudar en el definitivo empate a dos entre ambas escuadras.

No tardó en responder a las expectativas puestas en él, pues pronto haría sus primeros goles en la máxima competición checa, registrando el primero de ellos tres semanas después de su debut, en un encuentro frente al Zbrojovka Brno que acabaría con una contundente goleada por 5-0.
En poco tiempo, Zmrhal ya era titular del Slavia e internacional con las secciones juveniles del equipo checo. En su primer año como profesional jugaría casi una treintena de partidos, en la que hizo aquel gol ante el conjunto de Brno.

En total jugaría siete temporadas en la escuadra praguense, con la que disputaría 187 partidos, además de hacer 26 dianas. Jaromír conquistó dos títulos de Liga y otros dos de la Copa Checa con el Slavia.

Sus maneras llamarían mucho la atención de los ojeadores extranjeros. Con una amplia experiencia en la liga checa y recién estrenada su internacionalidad con el equipo nacional, varias fueron las ofertas que llegarían por el medio de Žatec.
El 6 de agosto de 2019 saltaría la noticia de su fichaje por el Brescia Calcio, con el que firmaría un contrato de cuatro años para afrontar sus primeros pasos por una de las más prestigiosas ligas extranjeras.

Con Eugenio Corini como entrenador, debutó en la primera división italiana el 25 de agosto de 2019, en una visita al Sardegna Arena para medirse al Cagliari. Zmrhal saltaría al campo sustituyendo al goleador Donnarumma para aguantar un resultado favorable por 0-1, marcador que no se movería en el debut del centrocampista checo.

Día en el que Zmrhal debutó con la selección absoluta de la República Checa.

- En la Serie A ya ha disputado nueve partidos, dos de ellos como titular, en una campaña 2019\20 en la que la entidad bresciana ha llegado a disponer de tres entrenadores. Parece que poco a poco va ganando protagonismo dentro del equipo.

Jaromír Zmrhal ha jugado hasta la fecha doce partidos internacionales, debutando para la República Checa el el 11 de octubre el año 2016 contra Azerbaiyán. Justo un mes después haría su primer tanto ante la selección de Noruega, en un clasificatorio para el Mundial de Rusia 2018 que terminó con resultado favorable por 2-1.

¿Te acuerdas de Stanislav Griga?



- No debió ser fácil estar a la sombra de uno de los mejores delanteros del Mundial de Italia 90. Griga era el suplente de Tomás Skuhravy, aquel fornido ariete que llegó a sumar cinco dianas convirtiéndose en una de las nuevas sensaciones del torneo internacional.
Sin embargo, muchos recuerdan a Stanislav Griga como uno de los grandes goleadores de su época, un hombre que llegó a representar a clubes como el Sparta de Praga, Dukla, Rapid de Viena y el Feyenoord holandés.

Para su selección solamente pudo registrar ocho dianas. Creo que en su día llegó a sonar para algún equipo español, tras sorprender al Barcelona en el Camp Nou, aunque todo quedaría en agua de borrajas.

A mi me gustó mucho aquella selección checoslovaca que tanto daría que hablar en el fútbol europeo. Griga fue uno de sus más brillantes delanteros, nacido en Žilina (Eslovaquia), el 4 de noviembre de 1961.
Era un atacante rudo, fuerte y letal de cara a la portería. Lo poco que pude ver de él, me pareció bastante parecido a Skuhravy, aunque a lo mejor algo más posicional. Por alto era peligroso, y encima poseía una gran técnica y buen manejo del balón con ambos pies. Lo demás lo resumen sus números.

La carrera de Griga comienza a comienzos de los setenta en el equipo más representativo de su ciudad, el MŠK Žilina. Ingresó en su academia a los diez años de edad, pasando por todas sus categorías hasta destacar con el filial a finales de la década.

Griga debutó en la liga checoslovaca en 1980, en la que ya dejaría claras muestras de su puntería de cara al gol, pues para la escuadra de Žilina marcaría 25 goles en 26 partidos, unos números realmente sorprendentes.
Esos registros despertarían el interés de varios equipos, algunos incluso foráneos. Sin embargo siguió compitiendo en su país, puesto que en 1981 se comprometería con el club más potente de Checoslovaquia, el Sparta de Praga.

En poco tiempo ya era uno de los mejores delanteros nacionales, internacional debutante y máximo realizador de la liga checoslovaca en la temporada 1985\86 gracias a sus 19 goles. Para entonces ya había ganado sus primeros títulos colectivos.

Con el Sparta conquistaría cinco Ligas y tres títulos de Copa. En el equipo checo permaneció cuatro temporadas demostrando un espléndido nivel, viviendo una segunda etapa tras su cesión al Dukla, eterno rival del Sparta.
Como recuerdo dejó grandes actuaciones en las competiciones europeas, como aquel tanto que le hizo al Barça de Terry Venables. Gracias al gol de Stanislav, su equipo sacaría una valiosa victoria de la Ciudad Condal en aquel partido de la Copa de la UEFA (0-1).

Pero Griga también quiso jugar al fútbol fuera de su país. En 1990, y ya habiendo demostrado cierto nivel como internacional, el de Žilina se marcharía a Holanda para fichar por el Feyenoord, destacado equipo de la Eredivisie.

Con el Feyenoord tendría dos temporadas un tanto discretas, en las que materializó 9 goles en sus 43 apariciones. Con el conjunto de Rotterdam conquistaría dos títulos de la Copa holandesa y una Supercopa nacional, abandonando tierras neerlandesas en 1992 para afrontar un nuevo reto en el fútbol austriaco.

Vemos a Stanislav Griga realizando un acrobático remate en un partido de la Copa de la UEFA.

- En la Bundesliga austriaca jugaría para el Rapid de Viena, equipo en el que estuvo durante la campaña 1992\93 y para el que dedicó sus últimos goles, ya que al término del curso decidió colgar las botas.

Con la extinta selección checoslovaca tuvo 34 apariciones en las que anotó 8 goles. Su gran apuesta fue acudir al Mundial de Italia en 1990 con Jozef Venglos de entrenador. Éste apostaría por Tomás Skuhravy, la gran sensación de Checoslovaquia en aquel torneo internacional. Griga solamente jugaría en dos ocasiones entrando en el campo como sustituto.

viernes, 21 de febrero de 2020

De cerca: Piotr Zielinski.



- Centrocampista muy curtido en la liga italiana que hasta ahora ha jugado para equipos como Udinese, Empoli y Nápoles, su actual club. Hace ya tiempo que superó la cifra de doscientos partidos en la Serie A.

Tuvimos la oportunidad de verle en el último Mundial de Rusia 2018, en el que Zielinski lo jugó todo sin la suerte de que Polonia pasase de la fase de grupos. También acudió a la Eurocopa de Francia 2016, y a día de hoy sigue siendo un fijo en las convocatorias de Jerzy Brzęczek.
Piotr Sebastian Zielinski (Zieliński) nació en Ząbkowice Śląskie (Polonia), el 20 de mayo de 1994. Juega como pivote defensivo, aunque también puede actuar por la banda izquierda e incluso como mediapunta. Es un jugador técnico y muy físico, con unas características muy similares a las del mediocentro eslovaco Stanislav Lobotka, su actual compañero en el Nápoles.

En sus inicios ha sido entrenado por su propio padre en el Orzeł, equipo de su ciudad natal. Allí sorprendería desde muy joven hasta los catorce años, llamando la atención de muchos clubes importantes de la Ekstraklasa.

También contó con propuestas interesantes para realizar pruebas en academias extranjeras. A Zielinski le llamaron desde Holanda para ponerse a punto en equipos como Feyenoord o Hereenveen, además de otras importantes entidades como la del Liverpool o Bayer Leverkusen.
El joven mediocampista rechazaría toda oferta y prefirió seguir creciendo en su país, razón por la que abandonaría Ząbkowice Śląskie para entrar a formar parte del Zagłębie Lubin, donde fue progresando mientras asumía sus primeros partidos como internacional.

No tardaría en subir al primer equipo. Solamente tenía quince años cuando Franciszek Smuda le invitó a entrenar con el primer equipo del Zagłębie, para el que no llegaría a debutar oficialmente al contar con numerosas ofertas.

Zielinski se marcharía a Italia tras ser espiado en un torneo juvenil. Con diecisiete años, el jugador fue transferido al Udinese Calcio, con el que empezaría a trabajar desde su equipo filial tras superar su etapa juvenil.
Pronto sería convocado con la primera plantilla, dirigida por entonces por el técnico Francesco Guidolin. Éste le concedería unos minutos el 2 de noviembre de 2012, en un encuentro de la Serie A en el que el conjunto de Udine recibió al Cagliari, que saldría goleado de Friuli por 4-1.

Poco a poco fue contando con más oportunidades en la máxima categoría italiana, algunas de ellas formando en la medular como titular. Sin embargo no tendría muchas opciones en las siguientes campañas, por lo que el Udinese acabaría ofreciendo al polaco a modo de cesión.

Apareció el Empoli como gran interesado, que explotaría al máximo las cualidades del jugador. A gusto en Florencia, el jugador seguiría un año más cedido en la entidad de Carlo Castellani, en la que estuvo hasta 2016.
En cuanto a goles, Piotr ya había debutado con gol en el torneo de la Copa italiana, pero para estrenarse en la Serie A tuvo que aguardar hasta el 24 de octubre de 2015, en un enfrentamiento contra el Genoa en el que su equipo acabaría imponiéndose por 2-0 en su estadio.

Además de asistir a la Eurocopa de Francia, Zielinski participó en el Mundial de Rusia 2018.

- Debido a su gran rendimiento, Piotr Zielinski acabaría fichando por el Nápoles, club que abonaría 16 millones de euros al Udinese por la incorporación del polaco. En sus cuatro años con los napolitanos es indiscutible y ya acumula 214 partidos en la Serie A.

Piotr jugó para todas las categorías de la selección polaca, debutando para el equipo absoluto en junio de 2013, en un amistoso ante Liechtenstein. Con 51 partidos y seis tantos en su haber, Zielinski ya ha participado en la Eurocopa de Francia 2016, así como en la Copa del Mundo de Rusia 2018, en la que ejerció como titular.

miércoles, 19 de febrero de 2020

¿Te acuerdas de Iulian Filipescu?



- Más recordado en España por su larga estancia en un Real Betis de Primera -con breve paso por Segunda-, Iulian Sebastian Filipescu, acabó su carrera compitiendo en la Bundesliga alemana con el el Duisburg, previo paso por el F.C. Zurich.
Con la selección Rumanía tuvo el honor de participar en la Copa mundial de Francia 98, en la que figuró en el eje defensivo de Anghel Iordănescu. Superó los cincuenta partidos internacionales entre 1996 y 2003.

Es uno de los pocos testigos de la era más dorada del fútbol rumano, de una admirable y competitiva selección en la que militaron otros grandes futbolistas como Gica HagiIlie Dumitrescu, Florian Prunea y Dorinel Munteanu, entre otros.

Filipescu se encargaba de las tareas defensivas, como defensa central y, en ocasiones, de lateral defensor. También nos ha llegado a demostrar que tenía maneras para desempeñarse como pivote organizador en el medio del campo, aunque no es una posición en la que se le haya visto mucho.

Nació el 29 de marzo de 1974 en Slatina (Rumanía). A comienzos de la década de los noventa ya destacaba en las filas del Faur de Bucarest, justo cuando la cantera del fútbol balcánico estaba en su máximo esplendor.
Ya en 1992 ficharía por el equipo más competitivo de la liga rumana, el Steaua, de la misma capital. Con este club acabaría eclosionando como futbolista, ganando cinco títulos ligueros, una Cupa României y otras dos Supercopas nacionales.

Recientemente estrenado su cartel internacional, Filipescu llamaría la atención de varios clubes foráneos, cerrando una gloriosa etapa en el Steaua con 112 partidos y 8 tantos en su haber. En 1997, terminaría su estancia en la entidad de Bucarest.

Saltó fronteras para jugar en varios equipos extranjeros. Su primera prueba fue la liga turca, donde jugó para uno de los "gallitos" de la competición, el Galatasaray, donde estuvo hasta finales del siglo anterior.
Después de ganar dos ligas y la copa turca, Iulian afrontó su primera y única participación mundialista en Francia 98, lo que le permitiría darse a conocer para muchos otros clubes del planeta.

Así es como el zaguero conseguiría aterrizar en la mejor liga del mundo, concretando su fichaje por el Real Betis Balompié en el mercado invernal de la temporada 1998\99, en la que se uniría a una plantilla dirigida por el vasco Javier Clemente.

Filipescu debutaría en la Copa del Rey, en un partido frente al Mallorca que acabaría con derrota por 0-1 en el Benito Villamarín, una competición en la que el conjunto andaluz no seguiría adelante tras ser eliminado en el partido de vuelta.
Aún así, el rumano llegó a gustar por su rendimiento y pundonor, llegando a intervenir como titular en bastantes partidos entre Copa y Liga, debutando en ésta el 23 de enero de 1999, en el viejo San Mamés y ante el Athletic (0-0).

Pasó casi cinco años ligado a la entidad bética, con la que vivió un descenso en el 2000 y el retorno al máximo nivel en el siguiente ejercicio. Se marcharía del Betis en 2003, con un total de 93 partidos en Primera División, en la que hizo 6 goles.

Con la selección de Rumanía, Filipescu disputó un total de 52 partidos internacionales.

- Su última gran apuesta fue la liga alemana, en la que compitió para el Duisburg tras jugar para el F.C. Zúrich entre 2003 y 2006. Con el conjunto germano abandonaría la práctica del fútbol una vez concluida la campaña 2007\08.

Para la selección rumana debutó en 1996 ante la selección de la extinta Yugoslavia, y a partir de entonces, Filipescu acudiría a todos los partidos del combinado nacional hasta cumplir 52 apariciones en las que marcó un único gol. En el Mundial de Francia 98 disputó tres encuentros, hasta que el equipo cayó eliminado ante la selección de Croacia en los octavos de final.

martes, 18 de febrero de 2020

De cerca: Tomás Hubocan.



- Su traspaso al Zenit benefició al MŠK Žilina, cuya transferencia figura aún como la más cara para un club de origen eslovaco. Ahora ya es veterano, pero la carrera de Tomás Hubocan (Tomáš Hubočan) ha sido bastante productiva, compitiendo en la liga francesa con el Olympique de Marsella, y para otros equipos como el Trabzonspor y Dynamo de Moscú.

Ya no volverá a defender la bandera de su país en los terrenos de juego, pues recientemente anunció su retirada como internacional. Cerró su etapa como jugador de la selección eslovaca con 65 partidos y su contribución en la primera Eurocopa que afrontó Eslovaquia en su historia, en el torneo celebrado en Francia en 2016.
Tomás nació en la ciudad eslovaca de Žilina, el 17 de septiembre de 1985. Ya a sus 34 años, este polivalente defensor se halla en las filas del Omonia Nicosia, para el que juega en la competición chipriota.

Puede ocupar cualquier lado de la defensa, aunque durante gran parte de su carrera ha trabajado como defensa central. Es un jugador muy físico, disciplinado y ordenado tácticamente, además de un comodín para cualquier entrenador.

Hubocan inició su trayectoria balompédica en las filas del equipo de su ciudad, el MŠK Žilina. Progresó por todas sus categorías menores hasta dar el salto al primer equipo, aunque no debutaría como profesional hasta 2006.
Y sería con otro equipo, pues el zaguero se marcharía cedido al ViOn Zlaté Moravce entre enero y junio de 2006, con el que llegaría a disputar tres partidos e hizo un tanto antes de retornar a su club de origen.

Para el Žilina haría una gran campaña 2006\07, siendo una de las revelaciones de la Corgoň Liga que pronto llamaría la atención de muchos otros clubes. Habiendo conquistado el título de liga con su equipo, Hubocan no seguiría más en Eslovaquia.

Fue entonces cuando llegó la suculenta oferta del Zenit de San Petersburgo, que el 11 de febrero de 2008 se haría con los servicios del defensa por casi cuatro millones de euros para el Žilina. Una cifra histórica.
Tras la marcha al Liverpool de su compatriota Martin Škrtel, Tomás tendría la difícil tarea de ocupar su labor en el conjunto ruso, en el que permanecería seis temporadas en las que acumuló 114 apariciones y conquistó varios títulos, como dos campeonatos de Liga y otro de Copa.

Continuó en Rusia jugando para el Dynamo de Moscú, donde estuvo dos temporadas antes de trasladarse a Francia para fichar por el Olympique de Marsella, al que se incorporó en verano de 2016.

Debutó en la Ligue-1 el 14 de agosto de 2016, en un choque ante el Toulouse que se saldó con empate a cero. Durante las primeras jornadas fue titular con Franck Passi de entrenador, pero poco a poco se iría cayendo de las alineaciones.
No se logró adaptar al fútbol francés, razón por la que la entidad marsellesa decidió cederlo durante el curso 2017\18. Entonces viajó hasta Turquía para jugar prestado en el Trabzonspor, donde fue titular y participó en veinte partidos.

Con el Olympique solamente participaría en dieciséis encuentros, nada más. En vista de su escaso protagonismo en el club francés, Hubocan pondría fin con la empresa marsellesa para probar suerte en la liga chipriota.

Hubocan participó con Eslovaquia en la competición europea de Francia 2016.

- Fichó por el Omonia Nicosia, club en el que se halla durante la presente temporada 2019\20. Quizás esté sopesando su retirada como futbolista, ya que hace unos meses ya declaró que no jugaría más para la selección eslovaca.

Como internacional ha llegado a disputar 65 partidos. Debutó para Eslovaquia el 11 de diciembre de 2006, en un compromiso amistoso frente a los Emiratos Árabes Unidos. Ya con gran experiencia internacional, Tomás Hubocan acudiría a la Eurocopa de Francia 2016, en la que su equipo no pasó de la fase de grupos.

¿Te acuerdas de Krasimir Balakov?



- Él era el cerebro que actuaba por detrás de hombres como Hristo Stoichkov, Nasko Sirakov, Iordan Letchkov, Lubo Penev o Emil Kostadinov. Su fútbol era necesario para que aquella maravillosa y sorprendente selección de Bulgaria brillase de la manera que lo hizo durante las ediciones mundialistas de los años noventa.

Krasimir o Krassimir Genchev Balakov (Красимир Балъков) era un centrocampista ofensivo con gran técnica, pase y gol. Normalmente actuaba como volante, siempre por detrás de la línea atacante, a la que dirigía con carácter y un buen juego.
En cuanto a clubes, fue muy admirado en su paso por la Bundesliga, como jugador de un Stuttgart al que representó durante ocho campañas. También jugó en Portugal como miembro del Sporting de Lisboa, al que llegó a comienzos de los noventa procedente del Etar Veliko Tarnovo.

Precisamente allí nació, en Veliko Tarnovo (Bulgaria), el 29 de marzo de 1966. En el club de su ciudad empezó a comienzos de los ochenta una trayectoria sin parangón que derivaría en su buen hacer como entrenador.

Balakov aterrizó en la capital portuguesa en 1991, después de casi una década brillando con el Etar en la competición búlgara, en la que había dejado huella con 142 partidos en los que además hizo 35 tantos.
Aún no había alcanzado ese nivel internacional que tanto había dado que hablar y que coincidiría en sus pasos por la liga lusa, en la que compitió durante cuatro años como jugador del Sporting C.P., al que en ocasiones hemos conocido como Sporting de Lisboa.

Dejó también muy buenos números en Portugal, con 43 goles en 138 encuentros disputados. Ya en el Mundial de USA demostró una calidad sorprendente que le permitiría contar con mejores ofertas de otros clubes europeos, por lo que en 1995 abandonaría Lisboa tras conquistar el torneo de copa en su último año.

Aterrizó en Alemania para fichar por el VfB Stuttgart, club donde sería considerado una leyenda en sus ocho temporadas de magnífico rendimiento. A las órdenes del técnico helvético Rolf Fringer, Balakov se prepararía para conocer la Bundesliga.
En la misma debutó un 11 de agosto de 1995, en un partido frente al Uerdingen, que de su visita al Mercedes-Benz Arena sacó un valioso empate sin goles. Krasimir ya era titular del conjunto "Die Schwaben", aquel en el que fue todo un líder desde su llegada al equipo.

Pronto haría sus primeros goles en la liga alemana, registrando el primero de penalti, una semana después de su debut, en una visita al campo del 1860 München. Sin embargo, las dos campañas siguientes serían las más goledoras para el búlgaro, con 13 y 11 dianas respectivamente.

En cuanto a títulos colectivos, Krasimir Balakov consiguió alzar dos ejemplares de la nueva Intertoto y la Pokal DFB de 1997. Durante sus ocho años como miembro del Stuttgart participaría en un total de 236 partidos en los que dejó 54 tantos, gran parte de ellos de penalti, ya que era un buen lanzador a balón parado.
Terminó su relación con el Stuttgart en 2003 para decir adiós al fútbol momentáneamente, ya que en 2005 reaparecería para jugar en el modesto VFC Plauen, con el que poco después colgaría las botas definitivamente.

Krasimir Balakov participó en un total de 92 partidos con la selección de Bulgaria.

- El centrocampista búlgaro iniciaría una nueva etapa como entrenador, pasando de dirigir varios clubes a hacerse cargo de la selección nacional de Bulgaria hasta no hace mucho, a la que como jugador representó en 92 ocasiones para hacer 16 goles.

Posee uno de los mejores registros del combinado nacional búlgaro, con el que daría sus primeros pasos en el Mundial Juvenil de la URSS en 1985. Se quedaría sin ir al Mundial de Italia con el equipo absoluto, pero en la siguiente edición, la de USA 94, Balakov fue gran protagonista que acabaría llegando a las semifinales del torneo.
También participó en la Copa del Mundo de Francia en 1998, además de la Eurocopa de Inglaterra 96. Tuvo una breve reaparición para ayudar a su selección en la clasificación de la Euro 2004, pero posteriormente daría por terminada su carrera internacional.

lunes, 17 de febrero de 2020

De cerca: Zdenek Ondrásek.



- Hace unos meses que le vi debutar con la República Checa en un dificultoso duelo ante la selección inglesa en el que hizo su primer gol. Espectacular debut. Ingresó en el terreno de juego para conectar un balón en las redes guardadas por Jordan Pickford, quien vería como los checos celebraban esa trabajada victoria por 2-1.

De momento no posee mucha experiencia internacional, aunque es un veterano delantero que ya ha competido en países como Noruega, Polonia y los Estados Unidos. Ahora mismo milita en el F.C. Dallas, probando suerte en la Major League Soccer.
Siempre juega como puro "nueve", ya que es un delantero de gran presencia, una mole muscular con una fortaleza física increíble. Es oportunista, trabajador y muy solidario en defensa, de esos atacantes a los que no les importa bajar para ayudar a los compañeros de la zaga. Va muy bien por arriba y domina el balón con ambas piernas.

Zdenek Ondrásek (Zdeněk Ondrášek) nació el 22 de diciembre de 1988 en Strakonice (República Checa). Para el Banik Stribro comenzaría a jugar a finales de los noventa, antes de mudarse a Kadov (Znojmo).

Durante cinco años estuvo formándose en las filas del TJ Blatna, de donde pasaría al S.K. Dynamo Ceske Budejovice en 2005. Entonces ya estaba listo para dar sus primeros pasos por la Fortuna Liga, aunque inicialmente jugaría para el filial.
Debutó para el primer equipo en un choque liguero ante el Teplice, el 9 de mayo de 2007. Ya para el curso 2008\09 comenzaría a tener nómina con el equipo profesional, aunque su protagonismo era más bien nulo, participando en giras y amistosos hasta que pudo establecerse en la primera plantilla.

Sería gracias a sus goles cuando Ondrásek consiguió encandilar a su entrenador. Haría su primer tanto oficial ante el histórico Bohemians, lo que le sirvió para ganarse un hueco como titular en la delantera del Dynamo.

Con un equipo que aspiraba a competir contra los mejores equipos checos, Zdenek conseguiría completar unos registros de 22 tantos en 80 partidos, en unos cinco años en los que habría que restar su campaña como cedido en el Zenit Caslav, para el que dejaría 8 goles en 14 apariciones.

Llegaría el momento de salir del país. Sin ofertas de los clubes más poderosos de Europa, Ondrásek se trasladaría a Noruega para fichar por el Tromsø, entidad a la que quedaría ligado con una opción de compra mediante cesión.
Finalmente se ejecutó la compra del delantero checo, que rápidamente se convertiría en uno de los arietes con más puntería de la Eliteserien, en la que ya en su primer año dejaría 14 dianas. En total, haría 32 en sus tres años como jugador del Tromsø.

Polonia sería su siguiente examen. En la Ekstraklasa competiría con el afamado Wisla Cracovia, club con el que había firmado contrato en enero de 2016. Para éste haría también un buen número de goles, lo que le abriría las puertas de más equipos.

Entonces llegaría el momento de asumir un reto más exótico. Zdenek se marcharía a los Estados Unidos en enero de 2019 para fichar por el Dallas, escuadra con la que debutaría en la MLS y para la que haría su primer gol el 18 de agosto de 2019, en un vistoso empate a tres ante el Montreal Impact canadiense.

Ondrásek celebra su primer gol en su estreno con la selección checa.

- Un año lleva Zdenek Ondrásek en la competición norteamericana, en un 2019 que seguramente considera como el mejor de su carrera profesional, puesto que hace unos meses que consiguió debutar para el equipo nacional checo.

Anteriormente había competido para las categorías menores, hasta que en otoño de 2019 fue convocado para sus primeros entrenamientos con la selección nacional. Entonces debutaría ante Inglaterra en un clasificatorio de la Eurocopa de 2020, el 11 de octubre de 2019. Fue un estreno increíble, en el que el de Strakonice firmó su primer tanto internacional para darle la victoria al combinado checo (2-1).

sábado, 15 de febrero de 2020

¿Te acuerdas de Piotr Mowlik?



- No es que haya marcado una época con la selección de Polonia, pero siempre será querido y admirado por aquellas aficiones a cuyos clubes representó. Fue suplente de Józef Młynarczyk en el Mundial de España 82, del que ya pasaron casi cuarenta años.

Si tuvo participación en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, en el que la escuadra polaca se adjudicó la Medalla de Plata con Mowlik participando en un encuentro de la competición. Por lo demás, cumplió su periodo internacional con 21 partidos disputados.
A nivel de clubes representó a clubes competitivos de Polonia como el Lech Poznan y Legia Varsovia, hasta que decidió poner fin a su carrera jugando en los Estados Unidos. Luego ejerció como entrenador de porteros y director de banquillo en solitario.

Piotr Mowlik nació en la ciudad de Rybnik (Polonia), el 21 de abril de 1951. Se le recuerda como un guardameta de grandes reflejos, ágil como una liebre y seguro, pese a que algunos medios de la época sacaron a relucir fallos inexplicables.

Todo portero tiene derecho a cometer errores, ya que no es una posición tan sencilla de cubrir. Piotr era todo un profesional, perteneciente a una generación de grandes futbolistas polacos como Władysław Żmuda, Marek Kusto, Zbigniew BoniekGrzegorz Lato, entre otros.
Piotr salió del LZS Orzepowice, un equipo perteneciente a un distrito de su ciudad natal en el que dio sus primeros pasos como futbolista casi a mediados de los sesenta. En este equipo empezaría a los doce años.

Salió de la entidad de Orzepowice en 1965 para pasar a jugar para el ROW Rybnik, donde permaneció cinco temporadas de preparación formativa antes de dar el salto profesional a comienzos de la década de los setenta.

El joven arquero ficharía por el Unia Racibórz, de donde salieron grandes futbolistas en aquellos años mientras competía en la liga que hoy conocemos como la "Ekstraklasa". Ya internacional, quedaba muy poco para que Mowlik formase parte de aquella selección olímpica que tanto dio que hablar, participando en sus primeros encuentros como profesional en un club que duraría bien poco visto su notable talento.

Mowlik ficharía por el Legia Varsovia, destacado club que bien conocemos y con el que se convertiría en campeón de la liga polaca en 1973. En sus seis años como miembro del Legia, Piotr participó en 131 partidos.

La fama ya se la había ganado y eso le sirvió para contar con ofertas para abandonar Varsovia, llegando a incorporarse al Lech Poznan en el verano de 1977, un club con el que agrandaría aún más su figura.
Con la escuadra de Poznań cosecharía más títulos, repitiendo el título liguero en 1983, tras haber conquistado la Copa nacional en el ejercicio anterior. Terminó su compromiso con el Lech Poznan en 1983, con un total de 153 partidos en los que había dejado muy buenas actuaciones.

El arquero de Rybnik daría por concluida sus andanzas por la competición polaca, trasladándose hasta los Estados Unidos para vivir allí el final de su carrera profesional. En 1983, Mowlik se comprometería con el Pittsburgh Spirit.

Mowlik se llevó la Medalla de Plata en las Olimpiadas de Montreal 1976.

- En una zona americana en la que se empezaba a pensar en la creación de la MLS, Piotr Mowlik compitió en cancha cerrada tanto para los Spirit como con el Tacoma Stars, despidiendo su carrera en 1987 para dedicarse posteriormente al mundo de los banquillos, tanto de entrenador de porteros como de técnico en solitario.

Antes de llevarse la Medalla de Plata en Montreal 76, Mowlik debutaría para el equipo absoluto de Polonia el 31 de octubre de 1974, curiosamente en un partido ante Canadá que acabó con victoria polaca por 2-0. Acudió a la Copa del Mundo de España 82, aunque no disputó ni un solo partido a las órdenes de Antoni Piechniczek. Polonia ocupó el tercer lugar de la Copa del Mundo. En total, el de Rybnik intervino en 21 partidos internacionales.

viernes, 14 de febrero de 2020

De cerca: Willi Orbán.



- Hijo de padres de origen eslavo, nació el 3 de noviembre de 1992 en Kaiserslautern (Alemania). Donde nació está desarrollando su carrera con equipos como Leipzig y  F.C. Kaiserslautern, aunque como internacional ha preferido representar al equipo nacional de Hungría, al que no hace mucho comenzó a representar.
Anteriormente jugó en las categorías inferiores de la selección alemana, aunque tampoco hubiera sido fácil llegar al primer equipo de una de las selecciones más poderosas del planeta. Quizás eso ayudaría en su decisión de representar al equipo magiar.

Vilmos Tamás "Willi" Orbán es un joven defensor de gran corpulencia, puro músculo para la retaguardia, donde normalmente se desempeña como central. También puede ser empleado como pivote defensivo, ya que es un buen recuperador y sabe distribuir balones a la perfección.

De padre húngaro y madre polaca, Orbán siempre fue consciente de sus raíces eslavas. En una nueva Alemania se acostumbró a recibir una educación viviendo en Kaiserslautern, donde sus padres se habían instalado hace años.
Cursó sus estudios y jugó de forma amateur mientras creció en la cantera del F.C. Kaiserslautern. Allí había ingresado a los cuatro años, llevando una cuidadosa preparación junto a otras promesas del fútbol germano.

Fue progresando por las distintas categorías del club hasta que llamó demasiado la atención en su etapa como juvenil, confirmando su gran estado de forma con el equipo filial, lo que le permitiría ser tenido en cuenta por Marco Kurz, técnico del primer equipo.

De primeras se topó con la oportunidad de debutar para el equipo profesional. Aún no había cumplido los veinte años y ya se preparaba para debutar en la Bundesliga, en una visita del Bayern de Munich que acabaría con derrota por 0-3.
Pese a aquella clara derrota en la que el joven debutante tuvo algunos minutos, Willi aún contaría contra ocasión más para defender los intereses del primer equipo. Esta vez sería titular ante el Nürnberg, que en su feudo se impondría al Kaiserslautern por un ajustado resultado (1-0).

Orbán no dispondría de más oportunidades con la llegada de Krassimir Balakov al banquillo del  Fritz-Walter Stadion. Continuó jugando para el equipo reserva mientras el Kaiserslautern sufría para mantenerse en la máxima categoría alemana, empresa difícil, puesto que el equipo acabaría relegado a la categoría de plata.

Durante cuatro campañas más seguiría jugando para el club de su ciudad. Willi Orbán iría adquiriendo experiencia en la Bundesliga 2, llegando a acostumbrarse a la titularidad mientras ya se perfilaba como una de las grandes promesas del fútbol alemán que no tardaría en debutar con la escuadra húngara.
No pudo ayudar a su club en su empeño por recuperar la categoría, cumpliendo con un buen número de partidos en los que demostró su crecimiento deportivo. Hasta 2015, el zaguero jugaría un total de 68 partidos en los que marcó 7 goles.

Fichó por el RB Leipzig en mayo de 2015 por una tarifa de 2.5 millones de euros. La intención del húngaro era prosperar en su carrera, pues el conjunto de Red Bull tenía claras aspiraciones de ascender a la Bundesliga. También le convencía jugar para Ralph Hasenhüttl, quien confiaría plenamente en el joven zaguero.

A pesar de iniciarse con la selección alemana, Orbán se decantó por jugar para el equipo absoluto de Hungría.

- Fue una decisión correcta, ya que Orbán consiguió retornar a la Bundesliga con el Leipzig, donde es una pieza destacada de la zaga en los cuatro años que lleva en la entidad de Markplazt. Por el momento, Willi acumula una experiencia de 89 partidos y 11 tantos marcados en la liga alemana.

Empezó jugando para las categorías menores de la selección germana, pero en agosto de 2016 barajó la posibilidad de representar a Hungría, para la que debutaría el 12 de octubre de 2018 en un partido contra Grecia. Por el momento, el zaguero magiar lleva doce partidos y tres goles como internacional.

jueves, 13 de febrero de 2020

¿Te acuerdas de Tomás Oravec?



- Aún no había competido Eslovaquia en un torneo de reconocido nivel. La separación con su vecina República Checa dejaría a ambas selecciones con muy pocas opciones de reforzar equipos competitivos, aunque solo fue cuestión de tiempo la mejora de la selección eslovaca, que en sus inicios llegó a contar con Tomáš Oravec.

Este delantero nacido en Kosice (Eslovaquia), el 3 de julio de 1980, llegó a jugar al fútbol en varios países, alcanzando su mayor fama en equipo como el Admira Wacker Mödling, MFK Ružomberok o Spartak Trnava.
Como clubes extranjeros representó al Boavista portugués, Shaanxi Renhe, Panionios y Astra Giurgiu, además de otros clubes de la geografía checa en los que también dejó su huella como profesional, y siempre haciendo goles.

Podemos recordarlo por aquellas citas europeas en las que se dio a conocer, ya que con la selección eslovaca tan solo tuvo nueve apariciones. Oravec era un delantero centro, alto, fuerte, con oficio y muy goleador.

Comenzó su carrera en las secciones menores del equipo de su ciudad, el Spoje Košice. En 1998 fue promovido al primer equipo, para poco después sumar sus primeras apariciones en la máxima categoría eslovaca.
Para el Košice jugó durante dos temporadas (entre 1998 y 2000), con muy pocas oportunidades para dejar asomar esa calidad y facilidad goleadora de la que después haría gala en sus siguientes equipos. En los inicios del nuevo milenio, Tomás ficharía por el MFK Ružomberok.

Fue con el conjunto de Pod Čebraťom con el que pudo explotar en forma de gol. Ya en su primera campaña dejaría 11 goles en 22 partidos, lo que le valdría para ser tenido en cuenta por el seleccionador nacional.

Oravec se desató con el Ružomberok, haciendo dos temporadas muy buenas en las que firmó un total de 20 dianas en apenas 40 partidos. Habiendo demostrado ya suficiente en la Corgoň Liga (Liga eslovaca), llegaría el momento de probar suerte en el país vecino, pues a principios de 2002 estamparía su firma con el Viktoria Žižkov.

En la República Checa no haría más que confirmar su mejor momento de forma, antes de empezar a viajar por otros países en los que a veces pudo lucir su faceta goleadora y otras no tanto. Tras tres años en el Viktoria, Oravec se fue a Austria.
Firmó por el Admira Wacker, equipo de la Bundesliga austriaca donde permanecería a lo largo del ejercicio 2004\05. Para el conjunto de Mödling haría 8 tantos en 28 partidos, poniendo fin en la entidad de Bundesstadion Südstadt para aterrizar en Grecia.

Tomás jugaría para el Panionios heleno durante media campaña, ya que el resto lo completaría en la liga portuguesa jugando para el Boavista, donde el eslovaco no tuvo suerte y se fue sin poder hacer gol en las nueve apariciones que tuvo. De ahí retornaría a su país para jugar tres años en el Artmedia Petržalka.

Oravec solamente jugó nueve partidos para la selección eslovaca entre 2001 y 2010.

- Cumplió con el tramo final de su carrera jugando para el MŠK Žilina, en China con el Shaanxi Renhe, Sparta Trnava, y después probó suerte en Rumanía con el Astra Giurgiu, de donde pasó al Enosis chipriota, antes de regresar a Eslovaquia para finalizar su trayectoria deportiva en las filas del modesto Marchtrenk.

No tuvo la suerte de participar en ningún evento internacional de renombre. Debutó para el equipo nacional eslovaco el 15 de agosto de 2001, en una derrota por 3-4 ante Irán. En los años más flojos del fútbol eslovaco, Oravec disputó 9 partidos para hacer tres veces diana.

miércoles, 12 de febrero de 2020

De cerca: Gabriel Tamas.



- Aún sigue en activo pese a tener 36 años, y hasta hace poco aguantó jugando para la selección nacional rumana, con la que ha tenido 67 apariciones y ha hecho 13 goles. Gabriel Sebastian Tamas es un defensa central que nació el 9 de noviembre de 1983 en Brasov, Rumanía.

Comenzó a jugar al fútbol en las categorías inferiores del F.C. Brasov, hasta pasar a formar parte de la primera plantilla del club en 1998. Con el primer equipo sólo disputaría un partido y en 2000 ficharía por el Tractorul  también de su ciudad natal.
Tras jugar de manera más regular en la segunda división rumana, en 2002 se marcha a Bucarest para jugar en el Dínamo, de donde pasó al Galatasaray. Después regresaría al Dinamo para volver a jugar media temporada más en la liga rusa con el Spartak en el 2006. Los directivos del conjunto ruso decidieron ceder al rumano al no contar con muchos minutos para su entrenador, y éste emprende su viaje a Vigo.

Tamas en su etapa con el Celta de Vigo.
- Al Celta llegaría en calidad de cedido por una temporada. Tamas se uniría al equipo de Fernando Vázquez, que recientemente habían logrado la clasificación para disputar la Copa de la UEFA en la campaña 2006\07.
Se estrenaría con el equipo el 14 de Noviembre de 2006, cuando acababa de cumplir los 23 años. Sería en la primera ronda de la Copa de la UEFA ante el Standard de Lieja, consiguiendo una victoria por la mínima en tierras belgas, (0-1).
En la tercera jornada de liga jugaría sus siete primeros minutos de la Liga BBVA ante el Espanyol en Montjuïc. Entraría al campo en sustitución del central chileno Contreras y el Celta regresaría a Vigo con una derrota por 2-1 en tierras catalanas.
Tras realizar un buen partido de vuelta ante el Standard de Lieja en competición europea, consiguiendo la clasificación para la siguiente ronda, Fernando Vázquez le daría a Gabriel la oportunidad de salir de inicio en un partido de liga. El rendimiento del central rumano pareció seducirle al técnico de Castrofeito y no vaciló a la hora de ofrecerle la titularidad en la llamada "Liga de las estrellas".

En la quinta jornada de liga Tamas formaría de inicio en una zaga compuesta por Placente, Jonathan Aspas y Contreras como socio del eje central. El Celta comenzaría perdiendo en El Sardinero ante Racing de Santander, pero finalmente empataría Iriney a comienzos del segundo tiempo suponiendo el 1-1 final. Gabriel Tamas daría buenas sensaciones en aquel partido, tal fue así, que se asentaría en el once titular durante varios partidos.

Este zaguero balcánico tenía bastantes virtudes defensivas, sólo nubladas a veces por algunos despistes y cierta lentitud en algunas jugadas, pero podría decirse que su rendimiento fue más que aceptable en un mal año del conjunto celtiña.
También hay que decir que en dos ocasiones fue expulsado por los árbitros, concretamente ante Recreativo de Huelva y Espanyol, ambos encuentros jugados en Balaídos y con victoria de los visitantes.

Cometió algún acto de indisciplina con el club, como por ejemplo llegar tarde de su concentración con la selección rumana. Eso y las reiteradas salidas nocturnas con algunos compañeros causaron el murmuro constante del público vigués, pese a que su rendimiento no se viera afectado por sus desobediencias.

Con la destitución de Fernando Vázquez y la llegada de Hristo Stoichkov al banquillo céltico, no cambiaría su situación y seguiría contando con la titularidad hasta el final del campeonato. En su única temporada con el R.C. Celta llegó a jugar 29 partidos de liga, una liga que acabaría con el dramático descenso a Segunda División.
Y Tamas jugó aquel último fatídico partido de liga ante el Getafe, con victoria del cuadro gallego pero con final triste. Todo fue por una coincidencia de polémicos resultados entre Levante-Athletic y Racing-Betis, que levantaron bastantes sospechas por la forma en que se jugaron los encuentros.

Con el descenso a Segunda División y una mala situación económica, Gabriel Tamas regresaría a Rusia para incorporarse a las filas del Spartak de Moscú tras su única experiencia en la Liga Española .

Tamas puja por un balón con el italiano Rossi en un partido internacional entre Rumanía e Italia.

- Gabriel se desvincularía del conjunto ruso y ficharía en 2007 por el Auxerre para probar fortuna en la Ligue 1 francesa. Allí permanecería dos años hasta firmar por el West Bromwich Albion de la liga inglesa. Se resistió a dejar el fútbol y continúa haciéndolo en el Astra Giurgiu tras representar al Cluj, Doncaster Rovers, Cardiff City, Watford y Hapoel Haifa, entre otros.

Ha sido internacional en 67 ocasiones con la selección de Rumanía. Su estreno se produjo el 12 de Febrero de 2003, en un partido contra Eslovaquia. Fue convocado para participar en la Eurocopa de Austria y Suiza de 2008, donde se convirtió en un fijo del once balcánico, disputando los tres partidos que jugó la selección rumana en aquel torneo internacional europeo.

martes, 11 de febrero de 2020

¿Te acuerdas de Jozef Masopust?



- El Balón de Oro, ese objeto de deseo para cualquier futbolista que designa al mejor jugador del mundo en cada temporada. A lo largo de la historia, nos hemos acostumbrado a ver galardonados cuya procedencia es la que reina en el mundo del balompié: argentinos, holandeses, italianos, ingleses, portugueses, alemanes... etc.
Pero hay casos únicos, como por ejemplo el del primer y único ganador español Luis Suárez, el guardameta Lev Yashin, un ucraniano como Andriy Shevchenko, el danés Allan Simonsen, el liberiano George Weah y, un caso reciente, el croata Luka Modric.

A Lev Yashin le precedería el checoslovaco Josef (Jozef) Masopust, ganador del esférico dorado en 1962. Ha sido el único jugador checoslovaco capaz de ganar el cotizado trofeo, aunque no el único checo, ya que en 2003 fue Pavel Nedved quien se alzó con otro ejemplar.

Masopust luciendo su Balón de Oro.
- Para conseguir tal hazaña no fue necesario jugar en el Liverpool, Real Madrid, Milan, Barça, Manchester United ni otro club de gran prestigio internacional. Masopust dedicó gran parte de su carrera deportiva al Dukla Praga, y su única salida del país sería para finalizar su carrera en Bélgica con el Crossing Molenbeek, y luego pasó a ejercer como entrenador.
Sus mayores méritos llegaron con la selección checoslovaca, con la que quedó subcampeón del mundo en Chile 1962 y terceros en la Eurocopa de Francia 1960. Así le labró una gran fama, siendo homenajeado con una estatua a la entrada del Stadion Juliska y alabado por el mismísimo Pelé, quien tuvo que padecer su gran fútbol en aquella Copa del Mundo que se fue para Brasil.
Nacido en la localidad checa de Střimice (por entonces Checoslovaquia), el 9 de febrero de 1931, siempre será recordado como el mejor futbolista checoslovaco de la historia. Apodado "El Caballero", era un centrocampista muy vertical, imparable con el balón en los pies. Popularizó sus vertiginosos "slaloms", esa forma sinuosa de mover el balón que desesperaba a los mejores defensas. Masopust era un técnico y rápido jugador de medio campo que sabía generar peligro, capaz de sacar muchos metros a sus oponentes a base de fintas y ligeros movimientos. Aquellos que le vieron jugar quedaron sorprendidos por su fútbol.

En el humilde Uhlomost Most comenzaría su carrera a mediados de los cuarenta, donde progresó desde su cantera para debutar en la máxima categoría checoslovaca cuando tenía diecinueve años de edad.

Masopust empezó jugando como extremo izquierdo, a veces como interior. Con el conjunto de Teplice se daría a conocer a comienzos de los años cincuenta, anotando una decena de goles en los poco más de cincuenta partidos que intervino.
Posteriormente cumplió sus obligaciones estatales con el equipo de las Fuerzas Armadas checoslovacas, manteniéndose en activo jugando para el ATK Praha, que más tarde pasaría a denominarse ÚDA Praha.

Ya en el invierno de 1952, Josef se incorporaría a ese equipo que marcaría toda su trayectoria deportiva: el Dukla Praga. Con este equipo daría auténticas lecciones de fútbol, coincidiendo con esos mejores momentos de su carrera en los que se daría a conocer mundialmente con el combinado nacional checoslovaco.

Pero con el Dukla también se haría famoso, ya que en la campaña 1966\67 acariciaría la final de la Copa de Europa. Pero el Cetic de Glasgow se cruzaría en el camino de nuestro protagonista, apeando a los eslavos en las semifinales del prestigioso campeonato para después coronarse campeones contra el Inter de Milan.
Pero Masopust no se iría de vació de la entidad praguense. En sus dieciséis años vinculado al club, logró levantar ocho trofeos de la liga checoslovaca y otros tres títulos de Copa, así como otros trofeos de menor importancia.

Nada sería más importante que aquel Balón de Oro conquistado en 1962, justo después de su formidable actuación en el Mundial de Chile 1962. Todos estaban de acuerdo, y Josef Masopust debería llevarse aquel preciado galardón.

Tras su formidable actuación en Chile 62, Masopust ganó merecidamente el Balón de Oro.

- Abandonó su tierra en 1968 para probar fortuna en Bélgica con el Crossing Molenbeek, con el que daría por terminada su carrera dos años después para más tarde iniciarse como entrenador de varios clubes de fútbol.

Lo fue todo para el extinto país de Checoslovaquia, un gran futbolista que acarició la Copa del Mundo en Chile 1962 perdiendo contra Brasil, así como ese tercer puesto logrado en la "Euro" de Francia 1960. Con 10 goles en 63 partidos, Masopust también llegó a participar en el Mundial de Suecia 1958. Josef pereció el 29 de junio de 2015 en la capital checa de Praga.

lunes, 10 de febrero de 2020

De cerca: Bozhidar Kraev.



- Futbolista que salió siendo muy joven de su país para probar suerte en el extranjero. Aterrizó en España, aunque no sería para jugar en un equipo de la alta competición, sino en el Vilafranca, de la Tercera División española.
Otros países en los que lo ha intentado este centrocampista de perfil atacante es en Dinamarca y Portugal. En éste último está compitiendo actualmente, cumpliendo con una cesión en el Gil Vicente, procedente del Midtjylland.

Se llama Bozhidar Kraev (Божидар Краев, en cirílico) y nació el 23 de junio de 1997 en Vratsa (Bulgaria). Resulta llamativo que, pese a su juventud, haya tenido el valor de probar en tantos clubes y en diferentes países.

Es internacional con Bulgaria desde 2012, representando a las categorías menores del equipo nacional hasta la actualidad, que formar parte de la plantilla principal. Juega tanto de volante ofensivo como por las dos bandas como extremo.
A los seis años comenzó una larga carrera deportiva en las filas del Botev Vratsa, donde su padre Boyko Kraev ya había militado en su época como futbolista. Allí permaneció hasta 2008, progresando por la cantera del club hasta que cumplió los once años de edad.

Hristo Stoichkov contemplaría la calidad del joven centrocampista y le invitaría a formar parte del Futbol Club Vilafranca, un modesto club español del que el ex-jugador blaugrana se estaba haciendo cargo. Así que con esos once años, Bozhidar se plantó en España.

Sin embargo, solo estuvo dos años en tierras catalanas, pues se trataba de un programa especial para jóvenes talentos, y sin oportunidades en destacadas academias del fútbol español, Kraev retornaría a su país.
En Bulgaría continuaría su largo proceso formativo, primero en la cantera del Chavdar Etropole y después en su regreso al Botev Vratsa. Ya en 2013, viajaría a la capital búlgara para incorporarse al equipo juvenil del Levski Sofia.

Kraev no tardaría en debutar para el primer equipo, ya que con quince años ya había tenido la oportunidad de entrenar con miembros del primer equipo del Levski. Unos meses después, la joven promesa de Vratsa se prepararía para el debut oficial.

El 19 de julio de 2014 se produciría dicho debut, en un partido de la liga nacional ante el Lokomotiv Plovdiv . El encuentro finalizaría con empate a uno y el joven canterano seguiría contando con más oportunidades a lo largo del curso 2014\15.
Duró tres años en la disciplina de Sofía, sorprendiendo por sus buenos registros en la élite del fútbol búlgaro, dejando la increíble cifra de 22 tantos en 83 partidos. Vista su calidad, varios clubes extranjeros preguntarían por Kraev.

Se trasladó a Dinamarca para fichar por el Midtjylland, un destacado club de la Superliga danesa en el dispondría de oportunidades para lucir su talento, sin embargo, su rendimiento iría de más a menos, por lo que optaron por buscarle un club donde jugar a modo de préstamo de cara a la campaña 2019\20.

Bozhidar Kraev en un partido con su selección ante Eslovenia.

- Encontró un buen destino para crecer como futbolista tras la solicitud de cesión del Gil Vicente portugués, al que se incorporaría en junio de 2019. Desde entonces, Kraev es imprescindible, habiendo registrado 3 goles en 14 partidos con el conjunto portugués.

Bozhidar Kraev dio sus primeros pasos internacionales con las secciones menores del equipo nacional búlgaro, llegando a debutar para el primer equipo en noviembre de 2016, en un compromiso de clasificación mundialista ante Bielorrusia. De momento, el joven centrocampista de 22 años acumula 14 partidos y 2 tantos.


sábado, 8 de febrero de 2020

¿Te acuerdas de Vladimir Smicer?



- Una lesión le privó de disputar su primera Copa del Mundo en Alemania 2006. Sin embargo, Vladimir Smicer (Vladimír Šmicer) ha sido el único jugador checo capaz de marcar goles en las tres Eurocopas que participó. Antes de la secesión, este centrocampista llegó a participar en un partido con Checoslovaquia.

A nivel de clubes llegó a jugar en la liga inglesa en la francesa, con equipos como Liverpool, Lens y Girondins de Burdeos. Salió del Slavia Praga, después de despuntar en la Fortuna Liga antes de aceptar retos más importantes.
Smicer nació el 24 de mayo de 1973 en Děčín (República Checa). Podía desempeñar varias funciones sobre el campo, destacando como volante pese a poder jugar como pivote defensivo o como carrilero por la banda izquierda. Tenía buen golpeo, experto en lanzamientos a balón parado y como pasador era todo un lujo.

Casado con Pavlína Vízková, hija del legendario futbolista Ladislav Vízek, Vladimir forma parte de una de las mejores generaciones de futbolistas checos junto a hombres como Patrik Berger, Pavel Nedved, Milan Baros o Karel Poborský, entre otros.

A mediados de los ochenta se inició jugando para el Kovostroj Děčín, entidad que abandonó en 1987 para fichar por el Slavia Praga, con el que se daría a conocer en la liga checoslovaca debutando como profesional.
Ya desde sus comienzos destacó claramente, ayudando al Slavia a llegar a las semifinales de la Copa de la UEFA 1996, cayendo contra el Girondins de Burdeos. Sin embargo, los checos realizaron un magnífico papel en la competición europea.

Para la escuadra praguense jugó durante cinco años, participando en 81 encuentros y registrando 26 goles que le otorgarían una gran fama. Se marcharía del Slavia habiendo conquistado tres ediciones de la entonces denominada "Gambrinus Liga".

En Francia se habían fijado en los progresos del joven centrocampista, especialmente por aquella participación en la Copa de la UEFA y los informes que llegaron de sus actuaciones con la selección nacional checa.
Vladimir ficharía por el Racing Club Lens, conjunto con el que conocería la Ligue 1 francesa en una visita al campo del Caen que acabó con una victoria favorable por 0-2. Una semana después de su debut oficial, el centrocampista checo haría su primer gol ante el Nancy, marcando de forma consecutiva en sus dos siguientes apariciones.

Smicer gustó mucho en la liga francesa, siendo una pieza clave del Lens en los tres años que defendió su camiseta. Y no se marcharía de vacío de Bollaert-Delelis, ya que conquistó una Copa de la Liga (1999) y la Liga en la campaña 1997\98.

A finales de los noventa emprendería una nueva aventura en Inglaterra al fichar por el Liverpool. Debutó en la Premier League el 7 de agosto de 1999, en una visita al Sheffield Wednesday que se resolvió con victoria para los "Reds" por 1-2, con Vladimir Smicer como titular.
Gérard Houllier seguiría contando con el checo durante las siguientes campañas, en las que el equipo lograría hacerse con los títulos de la Copa de la UEFA y la Supercopa de Europa. Pero sin duda, el mejor logro de Vladimir con el Liverpool fue alzar el trofeo de la Chamipons en su último año (2005).

Smicer marcó gol en las tres Eurocopas en las que compitió con la República Checa.

- Retornó a Francia para jugar en el Girondins de Burdeos, para el que jugaría dos campañas antes de retornar al Slavia en 2007. Dos años después, el mediocampista de Děčín colgaría las botas a los 35 años de edad.

Tuvo una aparición con la extinta selección checoslovaca, pero con la República Checa llegaría a jugar 80 partidos en los que firmó 27 dianas. Concursó en tres Eurocopas, las de Inglaterra 1996, Bélgic-Holanda 2000 y Portugal 2004. En todas ellas llegó a marcar gol, algo que no pudo hacer ningún internacional checo. 

¿Te acuerdas de Nica Panduru?

- Puedo hacer un mínimo esfuerzo de memoria para recordar a la selección rumana de los años noventa, un equipo que me entusiasmó mucho y que...