domingo, 30 de mayo de 2021

De cerca: Cristian Sapunaru.


- Dicen que ya no representará más a la selección rumana, aunque por edad, es probable que no tarde en oficializar su retiro. De esta manera, la trayectoria internacional de Sapunaru concluye con 36 partidos y la experiencia de haber formado parte del equipo nacional en las ediciones de la Eurocopa de Austria-Suiza 2008 y Francia 2016.

No se puede quejar de lo que le ha tocado vivir como futbolista, pues ya no son tantos los jugadores de origen rumano que van aterrizando en el fútbol español. Vivió un descenso a Segunda con el Real Zaragoza y el regreso a Primera con el Elche, donde solamente estuvo una temporada.
El resto de su carrera fue un no parar de viajar. En Portugal jugó para el Oporto, y también ha pasado por la Süper Lig turca, en la que aún sigue formando filas en el Kayserispor. Anteriormente estuvo en otros equipos como el Denizlispor, Astra Giurgiu, Rapid de Bucarest y Progresul.

Cristian Ionut Sapunaru (Săpunaru) es uno de los mejores defensas que han salido de Rumanía en los últimos años. Este completo zaguero nació el 5 de abril de 1984 en Bucarest (Rumanía), así que ya tiene 37 años.

En la capital rumana se inicia con el Progresul, donde obtuvo doce años de formación para llegar lejos en su futura carrera. Con el conjunto capitalino disfrutaría de sus primeros partidos en la liga rumana, en la que debutó en 2002.
Su posición suele ser la de defensa central, aunque en ocasiones ha llegado a formar como mediocentro defensivo o como lateral diestro. Sin ser un tipo de mucha técnica, Sapunaru posee el don y la inteligencia de cortar muchos balones anticipándose al rival, y en los marcajes es un auténtico incordio. 

Sus siguientes destinos serían el Callatis Mangalia y un Rapid de Bucarest en el que Cristian haría una excelente labor que le permitiría ganar sus primeros títulos y entrar en la agenda de numerosos clubes de Europa.

El Oporto preguntaría por el central rumano, que en el verano de 2008 conseguiría hacerse con sus servicios. Gracias a su llegada a Portugal, Sapunaru conocería la Primeira Liga, en la que se estrenaría el 24 de agosto de 2008, en un encuentro celebrado en el Estadio do Dragão ante Os Belenenses, que salió derrotado por 2-0.
De forma rápida se ganaría la titularidad con Bruno Alves y Nelson Benítez en la zaga blanquiazul, aunque no podría mantener su regularidad durante toda la campaña 2008\09, la que acabó con la conquista del título liguero.

Durante cuatro campañas, el rumano conseguiría alzar otros dos trofeos de liga, tres de la Taça de Portugal y la Copa de la UEFA de 2011, con Villas-Boas de entrenador. En Porto aguantaría una campaña más.

Tras una breve vuelta al Rapid, Sapunaru aterrizaría en España para fichar por un Real Zaragoza de Primera División dirigido por Manolo Jiménez. Para éste sería titular indiscutible, jugando gran parte de los partidos de una Liga Española en la que también celebraría un par de tantos.
Lamentablemente, no se podría celebrar la permanencia en la categoría, ya que al término del ejercicio 2012\13, los seguidores maños llorarían el descenso a la categoría de plata, en la que Cristian no llegaría a jugar.

El defensa Sapunaru nunca pudo participar en una Copa del Mundo con Rumanía.


- Y no jugaría en Segunda porque se marcharía al Elche, que había retornado a la máxima categoría española. En ella contaría con escasas participaciones, dejando un total de 37 partidos en los que marcó 3 tantos.
Pese a que Sapunaru ya no competiría más en las grandes ligas, aún le quedaban años por delante para seguir con su carrera. Una vez más jugaría para el Rapid de Bucarest, pasando después por Pandurii y Astra Giurgiu. Ahora se halla en la liga turca, como miembro del Kayserispor, tras jugar para el Denizlispor.

Con la selección de Rumanía participó en 36 partidos internacionales. Pese a que Sapunaru nunca acudió a una Copa del Mundo, acudió a la Euro de Austria-Suiza 2008 y tuvo participación en la edición de Francia 2016.

¿Te acuerdas de Miklós Fehér?


- Era el 21 de enero de 2004, y Benfica y Vitória de Guimarães se enfrentaban en un partido de liga que nunca acabaría para Miklós Fehér. El delantero había ingresado en el césped a falta de media hora, con su equipo ganando por 1-0.
Fue una tarde aciaga, dramática. Caía una fuerte lluvia cuando, de repente, el húngaro se frenó, giró, se poyó sobre sus rodillas y se desplomó sobre el verde ante la asustada mirada de sus compañeros y rivales. Aquel día jugaría su último partido, el último de su vida, pues fallecería a causa de una arritmia cardíaca provocada por una miocardiopatía hipertrófica.

Todo el mundo se conmocionó con la muerte de Fehér, un chico respetado y admirado que con solo 24 años nos diría adiós. El Benfica sería su último equipo, y ya había jugado para la selección magiar, para la que dejó 7 goles.

Miklós nació el 20 de julio de 1979 en Tatabánya (Hungría). En el Győri ETO desarrollaría los inicios de esa corta carrera como futbolista que se vería obligado a cumplir, debutando como profesional a mediados de los noventa.
Era un chico de rostro angelical, melena rubia y con buen físico para desempeñar su dificultosa función. Jugaba como delantero centro, destacando por su poderío aéreo y por la cantidad de balones que solía recuperar en ataque. Gol tenía mucho, y eso demostraría con el Győri ETO, para el que dejaría 23 tantos.

Sus pasos iniciales le darían la posibilidad de darse a conocer más allá de la frontera de su Hungría natal. En 1998, desde Portugal preguntarían por ese artillero de la liga húngara que pronto acabaría en el Oporto.

Con el conjunto do Dragão tampoco tendría mucho que contar, ya que no estaría mucho tiempo en la entidad blanquiazul. Tendría tiempo a jugar para el equipo filial, intervenir en diez partidos de la liga portuguesa con el cuadro principal y dejar su sello goleador en una ocasión.
Al no contar para el entrenador del Oporto, Fehér se tendría que aferrar a la idea de jugar cedido en otros equipos en los que resarcirse, teniendo como primer destino de préstamo el Salgueiros, de la Primera Liga.

Aún sin desvincularse del Porto, Fehér tendría la oportunidad de vivir su mejor momento de forma con el Sporting de Braga, al que se incorporaría en el verano del año 2000 para jugar a las órdenes de Manuel Cajuda.

De repente, el delantero magiar se convertiría en una de las sensaciones de la liga portuguesa, en la que jugaría al lado de otros profesionales como el guardameta Quim, Tiago Mendes y los atacantes brasileños Riva y Edmilson.
Fueron sus años de descubrimiento, cuando Miklós pasaría a figurar en la lista de goleadores de la competición lusa gracias a las 14 dianas que marcaría para el conjunto de Braga, en el que solamente jugaría a lo largo de aquel ejercicio 2000\01, el mejor de su carrera futbolística. 

Fehér no tendría opción alguna con el Oporto, sin embargo, aprovecharía para fichar por otro gigante portugués como el Benfica, en el que acabaría coincidiendo con el español José Antonio Camacho, el último que le dirigió.

Momento en el que Miklós Fehér perdió la vida en el estadio Dom Afonso Henriques.


- Para el Benfica solamente llegaría a registrar 7 goles, curiosamente, la misma cifra que obtuvo como internacional. En la escuadra lisboeta figuraría como un jugador de recambio, y con la que jugaría sus últimos partidos.
Esto es así porque no llegaría a terminar la campaña 2003\04, pues en el partido frente al Vitória de Guimarães no llegaría a pisar las duchas. Miklós Fehér fallecería en pleno acto en el estadio de Dom Afonso Henriques, a causa de aquella arritmia cardíaca que nos dejaría una triste imagen con su cuerpo yaciendo en el césped.

De modo que tampoco duraría mucho su carrera internacional, en la que tendría el tiempo preciso a disputar 25 partidos y a marcar 7 goles. Fehér nunca participaría con la selección de Hungría en competiciones oficiales.


miércoles, 5 de mayo de 2021

De cerca: Ondrej Kúdela.


- Tiene más experiencia internacional con las categorías menores de la selección de la República Checa que con el equipo principal, para el que no hace mucho que debutó y con el que apenas acumula una decena de apariciones.
Tampoco ha competido en ligas importantes, es más, apenas ha salido de su país. Tuvo una breve experiencia por Kazajistán con el Ordabasy, y el resto de su carrera se está completando en la Fortuna Liga, en la que ha jugado para clubes como el Slovan Liberec, Slavia o Sparta de Praga, entre otros.

Ondrej Kúdela (Ondřej Kúdela) nació el 26 de marzo de 1987 en una villa perteneciente a Uherské Hradiště llamada Pitín (República Checa). Allá se crió y empezó a jugar al fútbol a nivel escolar y amateur.

Digamos que su primer club serio fue el F.C. Slovácko, en el que ingresó a los diez años para comenzar una largo proceso formativo pasando por todas las secciones menores, hasta destacar en la categoría juvenil.
Ya internacional en los equipos menores de la selección nacional, Kúdela demostraba ser un polivalente defensor, que normalmente actúa como zaguero central, y en ocasiones más adelantado, como mediocentro. También se le ha visto desempeñarse como lateral derecho, aunque en esta posición es un pelín lento.

Con el Slovácko llegaría a debutar como profesional en 2005, disputando sus primeros partidos en la máxima competición checa, en la que llegaría a intervenir en 31 encuentros para celebrar su primer tanto oficial.

Gustó tanto en su estreno por Uherské Hradiště, que los clubes más poderosos del país no tardarían en lanzarse a por sus servicios. Después de tantos años jugando para el equipo de su ciudad, Ondrej pondría rumbo a la capital checa para confirmar su llegada al Sparta, al que se unió de cara al ejercicio 2007\08.
En la escuadra praguense le faltarían oportunidades. Tan solamente contaría con aisladas convocatorias para disputar 6 partidos, por lo que los mandatarios del Sparta se dedicarían a buscarle un destino donde jugar cedido.

Kúdela estaría cedido media campaña en el modesto Sportovni Klub Kladno, para el que jugaría diez partidos y haría un gol. Ya de regreso a su entidad propietaria, el de Pitín no encontraría sitio dentro de la plantilla.

Se fue al Mladá Boleslav, que buscaba un versátil zaguero tras la marcha de Jan Rajnoch. En este club se sentiría importante, pasando gran parte de su carrera y estableciéndose en la titularidad para figurar como uno de los mejores jugadores de la Fortuna Liga, en la que incrementaría sus cifras.
Sin opción de cosechar títulos, el ya veterano defensor participaría en un total de 177 encuentros en los que dejaría 9 tantos para el conjunto de Mladá. En medio de aquella larga estancia, llegaría el momento de probar suerte en el extranjero.

En el mes de junio de 2014 se marcharía a Kazajistán para concretar su cesión al Ordabasy, donde estaría unos meses para contar con bastantes protagonismo. Posteriormente seguiría jugando para el cuadro de Lokotrans Aréna, poniendo fin a su larga etapa de ocho campañas en 2017.

Con el equipo absoluto checo, Kúdela apenas ha jugado 10 partidos internacionales.


- Después jugaría para otro de los clubes más poderosos de la República Checa, un Slovan Liberec con el que empezó a destacar de forma sobresaliente para poder retornar al Sparta de Praga en el verano de 2018.
Ondrej ya ha ganado la liga checa y el torneo de copa en dos ocasiones. Gracias a sus progresos con el Sparta, en 2019 consiguió debutar con la selección nacional, figurando ahora mismo como indiscutible en la zaga.

Su estreno internacional llegó en 2019. Desde entonces, Kúdela ha intervenido en 9 encuentros internacionales en los que hizo un gol. Logró más experiencia con las categorías menores de la selección checa, incluso fue subcampeón mundial Sub-20 en Canadá 2007.

¿Te acuerdas de Ján Kozák?


- Casi seguro que muchos le recordáis por su última gran hazaña al frente de la selección eslovaca, a la que logró meter en la Eurocopa de Francia 2016, dejando el cargo dos años después. Ahora está sin equipo.
Pero no hay que olvidar que Ján Kozák fue uno de los mejores centrocampistas checoslovacos de los años ochenta. Fue internacional durante ocho temporadas, y acudió al Mundial de  España 82 y la Eurocopa de Italia 80. No llegaría al Mundial de misma sede, pues por entonces ya sopesaba su retirada.

De idéntico nombre, su hijo quiso seguir los mismos pasos, aunque representaría a Eslovaquia, una selección fruto de la secesión checoslovaca. Es más, su vástago fue uno de los pioneros de este nuevo equipo nacional.

Representó a muchos clubes a lo largo de su carrera deportiva, como el Lokomotíva Kosice y el histórico Dukla de Praga. También tuvo sus experiencias por el fútbol extranjero, representando a Bourges y RFC Seraing en Francia y Bélgica respectivamente. No obstante, sus inicios tuvieron lugar en el Spišská Nová Ves.
Kozák nació el 17 de abril de 1954 en la localidad de Matejovce nad Hornádom (Eslovaquia), cuando entonces pertenecía a la extinta Checoslovaquia. En la mismísima Kosice empezaría a dar las primeras patadas al balón. 

Ya a comienzos de los setenta se perfilaba como una de las grandes promesas del fútbol eslavo. Tras dar sus primeros pasos por el FK Noves, Ján sería contratado por el Lokomotiva Kosice, el mejor club de la ciudad.

Pronto demostraría una calidad innata que no tardaría en lucir en sus primeros compromisos internacionales. Kozák era un centrocampista de corte ofensivo con muy buen movimiento del balón, gran destructor del juego rival y con clara inclinación atacante, ya que era un mediocampista con mucho gol.
En el Lokomotiva viviría su primer lustro como profesional, sumando un buen número de partidos en la liga checoslovaca y alzando dos trofeos coperos hasta que a mediados de los ochenta abandonó su Kosice natal.

Se iría al prestigioso Dukla Praga, uno de los clubes más reconocidos del fútbol de la zona occidental de Europa en el que se prepararía para figurar como uno de los mejores centrocampistas del país, jugador checoslovaco del año en 1981.

Tal fama le serviría para acudir al Mundial de España 82, en el que por desgracia solamente tendría una aparición. En dos años con el conjunto praguense, Ján repetiría el título de Copa y conquistaría su primera Liga.
Ya gozaba de una gran reputación y algunos clubes extranjeros se habían interesado por él, pero sin embargo quiso seguir compitiendo en su país, retornando al Lokomotiva, donde estaría otros cuatro años para añadir más títulos importantes a su currículum personal. 

En la desaparecida liga checoslovaca llegó a disputar 254 encuentros, en los que además dejó nada menos que 57 tantos. Ya en 1986, el jugador optaría por abandonar Checoslovaquia para probar suerte en el extranjero.

Ján Kozák padre representó a la extinta Checoslovaquia y entrenó a Eslovaquia.


- Se fue a Bélgica para jugar en el RFC Seraing, un ya inexistente club con el que compitió durante el curso 86\87 en la máxima categoría, teniendo una decena de apariciones para celebrar un tanto antes de irse a Francia. 
El Bourges sería su penúltimo club, ya que en 1988 retornaría otra vez al Lokomotiva Kosice, con el que colgaría las botas en 1990. Tres años después, reaparecería como entrenador, dirigiendo a diversos clubes hasta que en 2013 se hizo cargo del combinado de Eslovaquia, al que llevó a la Euro de Francia 2016.

Kozák participaría en 55 partidos internacionales y haría 9 tantos para la selección checoslovaca. Tuvo actuación en la Eurocopa de Italia 80 y el Mundial de España 82, en el que solamente jugaría un encuentro.

De cerca: Tomás Suslov.

- Este jovencísimo centrocampista es una de las grandes esperanzas del fútbol eslovaco, con amplia participación para su selección, pasando ...