miércoles, 18 de diciembre de 2019

¿Te acuerdas de Gica Hagi?



- Hoy, en medio de un clásico entre Barça y Madrid, me gustaría hablar sobre uno de los grandísimos futbolistas de los noventa que vistió ambas camisetas. No tuvo fortuna con unos y con otros en lo que a títulos colectivos se refiere, aunque sí podemos decir que lució su enorme calidad en los años que militó en la Liga Española.
Inolvidables son sus actuaciones con el equipo nacional rumano, al que Gica representó en 124 ocasiones batiendo récords como goleador gracias a sus 35 dianas. Nos enamoró en los Mundiales de Italia 90 y USA 94, pero también llegaría a disputa el de Francia 98.

Hace escasos días tratamos sobre una joven promesa del fútbol rumano, Ianis Hagi, su hijo. Hoy es el turno del padre, un hombre que dejó huella tanto en su país como en todo el planeta, pues el crack balcánico es el mejor futbolista en la historia del fútbol rumano.

- Esta tarde-noche quiero escribir de memoria, pues Gheorghe Hagi fue uno de los futbolistas que más me inspiraron en mi juventud cuando jugaba al fútbol. Era un jugador único. Tenía carácter, técnica, regate, gol y clase para aburrir. Era un experto en los lanzamientos a balón parado, un volante ambidiestro de un talento inmenso, de esos que suena la música cuando toca el esférico.
Gheorghe nació el 5 de febrero de 1965 en Săcele, una localidad rumana perteneciente al condado de Constanța (Dobruja). Allí se creó como futbolista, iniciando su carrera en las filas del Farul Constanța a mediados de los setenta. El mediapunta rumano continuaría con su formación en el Luceafărul de la capital de Bucarest, de donde nuevamente pasaría al Farul para dar el salto profesional en el balompié rumano. A sus diecisiete años, el joven centrocampista daría sus primeras lecciones de fútbol en la liga rumana, en la que sumaría un gran número de partidos antes de atreverse con los mayores retos de su carrera.

Sorprendió a todos en sus pasos por el fútbol local. Hagi sería la estrella de equipos como el Sportul Studențesc y Steaua. Entonces llegaría el Mundial de Italia 90, en el que la estrella brillaría con más fuerza para llamar la atención de los mejores clubes del mundo. Muchos pelearían por hacerse con sus servicios.

Fue el Real Madrid el que consiguió atar a aquel sorprendente genio que tan buenas maneras había demostrado en la reciente Copa del Mundo. Tras el importante torneo mundialista, Gica se presentaría en la capital española para firmar por la entidad blanca.
El centrocampista se incorporaría a una poderosa plantilla dirigida por John Benjamin Toshack, quien no supo sacar provecho de sus jugadores y quien marcó el debut de Hagi en la Liga Española. Éste llegaría el 2 de septiembre de 1990, en un partido disputado en el Bernabéu ante el Castellón, con victoria blanca por 1-0.

Su primer gol como madridista llegaría tres jornadas después, en un partido disputado en La Romareda ante el Real Zaragoza. El tanto del rumano sentenciaría un encuentro que acabaría con 1-3 favorable a la escuadra merengue.

Aquel Madrid ni vencía ni convencía. Es por ello que por el banquillo de Chamartín pasarían varios entrenadores que tendrían la suerte de contar con Hagi en sus filas. No obstante, Gheorghe se marcharía de la capital española habiendo obtenido una Supercopa de España, nada más. Al menos lució su calidad en su segundo año de blanco, ya que lograría doce tantos en 35 partidos.

Tras dos años jugando para un Brescia que descendió a la categoría de plata italiana, Hagi quiso retornar a España para fichar por otro de los grandes de La Liga. Se unió al F.C. Barcelona de Johan Cruyff, ese poderoso equipo que tanto maravilló en la lejana década de los noventa.
Pero el de Săcele no viviría el mejor momento de la "Era Cruyff". Tampoco contaría con muchas opciones para ser titular, ya que en sus dos años como blaugrana solamente participó en 36 partidos. Al menos pudo dejar siete goles más en la Liga Española, la que abandonaría con otra Supercopa de España.

Hasta tres Eurocopas y seis Mundiales disputó Hagi con la selección nacional de Rumanía.

- Hagi acabó su carrera jugando para el Galatasaray turco, donde fue idolatrado en sus cinco temporadas antes de retirarse. Con 132 partidos y 59 goles a sus espaldas en la liga turca, Gica dejaría el fútbol para iniciar una carrera como entrenador.

Es la heroína del fútbol rumano. Desde su debut en 1983, Gica Hagi cumplió una extensa carrera internacional con 124 partidos y 35 goles. Disputó tres Eurocopas y otras tres Copas del Mundo con la selección de Rumanía, con la que además rozó las semifinales en el Mundial de Estados Unidos. Suecia acabaría con el sueño de los balcánicos.

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