- Parece que ha caído en el total olvido este atacante cuyo rendimiento no fue tan pobre en la Liga Española, y eso que muchos quieren insistir que fue uno de los mayores fiascos que se han visto en la Liga Española. Yo, desde luego, no lo comparto.
Militó en el Sporting de Gijón, para después jugar en Francia para el Saint-Étienne, en Grecia con el PAOK de Salónica y en el Sint-Truidense belga. A lo largo de su carrera, Milan Luhovy (Luhový) registró un total de 152, mas los 7 que hizo para su selección.
No llegó a jugar en la selección de su Eslovaquia natal, pero sí lo hizo con la extinta Checoslovaquia, para la que compitió en el Mundial de Italia 90 y tuvo 31 apariciones a lo largo de su trayectoria internacional, la que le otorgó una gran fama.
Luhovy nació en la ciudad eslovaca de Ružomberok, el 1 de enero de 1963. Se trata de un delantero con buenas condiciones para haber jugado de mediapunta que destacaba por su fortaleza física y su hambre de gol. Por lo que vi de él, era un tipo trabajador y con buen manejo del balón, aunque los nervios de los que parecía no ser preso, le obligaban a tener ciertos fallos inexplicables.
Comenzó su carrera en la cantera del Gumárne Púchov, con el que debutó como profesional a finales de los setenta. Con este equipo mostraría su talento como goleador, anotando diez goles en 27 partidos de la desaparecida liga checoslovaca.
Pronto se había convertido en una de las sensaciones de su país, y pronto muchos quisieron hacerse con la perla de Ružomberok, quien en 1981 abandonaría su ciudad para incorporarse a la disciplina del Slovan Bratislava.
Con el conjunto de Bratislava no haría más que engrandecer su figura, lo que le permitió fichar por un histórico, el Dukla de Praga, para el que haría 77 tantos en cuatro campañas. Gracias a ello, Luhovy acudiría al Mundial de Italia 90.
Y tras sonar para muchos equipos, el atacante checoslovaco acabaría viajando a España para fichar por el Sporting de Gijón, al que se incorporó en el invierno de 1990 para ponerse a las órdenes de García Cuervo quien le haría debutar en la Liga Española frente al F.C. Barcelona, que saldría goleador de El Molinón por 0-2.
Luhovy no tendría tiempo para dejar su rastro goleador, lo que solucionaría en la campaña 90\91, en la registró dieciséis tantos para agrado del respetable asturiano, que ya temía la marcha de su estrella eslava.
Solamente tuvo que jugar un partido de la Copa del Mundo para que muchos anotasen su nombre. Colaborando con un gol en la abultada victoria por 5-1 ante Estados Unidos, Milan llamaría la atención de varios clubes extranjeros. Sin embargo seguiría jugando para el Sporting.
En la entidad asturiana permaneció dos temporadas y media, dejando un total de 23 goles en una Primera División que por entonces ya era de alta exigencia. Con 56 partidos en la Liga Española, y muchas ofertas en su agenda, el delantero acabaría machándose de Gijón en el verano de 1992.
Lo hizo para aterrizar en el fútbol francés, donde jugaría para el Saint-Étienne, equipo en el que solamente estaría una campaña, dejando dos goles en sus quince actuaciones con el conjunto del departamento de Loira.
En la liga española, Milan Luhovy dejó 23 goles en 56 partidos. |
- De Francia se iría a Grecia, para unirse a un PAOK de Salónica en el que pareció recuperar su versión goleadora. Pero a Milan Luhovy ya no le quedaban muchos años de fútbol, y tras medio año en el Sint-Truidense belga, decidió abandonar el fútbol, cuando apenas contaba 32 años de edad.
No tuvo el protagonismo que mereció en la selección checoslovaca, para la que firmó un total de 7 goles en 31 partidos. En el Mundial de Italia 90, el delantero solamente disputó un encuentro, en el que además dejó un gol frente a Estados Unidos.
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