- Decían de él que tenía seis dedos en su pie derecho, que fue uno de los mejores delanteros polacos de la historia y que llegó a jugar en dos selecciones. La razón no es otra que la firma de la Volksliste Nazi que le convirtió en ciudadano alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
Su historia está repleta de un compendio de emociones que le llevaron a ser venerado por unos y odiado por otros. Eso sí, el único Mundial de fútbol en el que compitió fue en el de Francia 1938. Lo hizo representando a Polonia, dejando cuatro goles ante Brasil que le hacen figurar como el primer jugador en marcar cuatro tantos en una Copa del Mundo.
Su carrera empezó en Alemania, compitió en la liga polaca con el Ruch Chorzów -por entonces Ruch Hajduki Wielkie- y completó el resto de su trayectoria jugando para diversos clubes alemanes, como el 1860 München, Augsburg y VfR Kaiserslautern, entre otros.
- Su nombre era Ernest Otton Wilimowski, aunque en su ficha de nacimiento aparecía como Ernest Otto Prandella. Le apodaban "Ezi" y era un delantero rápido, con mucho olfato de gol y bregador como ninguno. Nació el 23 de junio de 1916 en Kattowitz, Imperio alemán perteneciente a Silesia prusiana. Se crió en una familia silesia, típica de la frontera entre Polonia y Alemania de la Alta Silesia. Se convirtió en ciudadano polaco tras la conversión polaca del este de la Alta Silesia en 1922.
Su padre combatió para el Imperio alemán y su madre le enroló en una escuela primaria alemana militar, donde posiblemente tendría sus primeros contactos con el balón. Ya con nueve años, Ernest ingresó en las filas del F.C. Kattowitz y años después apareció jugando bajo el apellido "Wilimowski" por la adopción legal de su padrastro, que era de origen polaco. Pese a que durante la guerra cambió su ciudadanía, el atacante se consideraba ciudadano polaco, un hombre al que muchos contemplaron hablando en silesio pese a que en su casa hablase alemán.
Tras iniciarse en el F.C. Kattowitz, este extremo izquierdo de gran regate fichó por el Ruch Wielkie Hajduki polaco cuando tenía diecisiete años. El joven delantero no tardaría en afianzarse en su puesto, logrando 33 goles en su primera campaña con la escuadra de Chorzów. El 21 de mayo de 1939 dejó huella anotando diez goles en un partido contra el Union Touring Łódź. Su equipo venció por 12-1.
Sus inicios fueron sorprendentes, ganando títulos de liga y pasando a ser el mejor delantero polaco de la historia al hacer 12 goles en 86 partidos con el Ruch Hajduki Wielkie, club para el que jugó entre 1934 y 1939.
Sus actuaciones en la competición polaca le llevaron a participar en la Copa del Mundo de Francia en 1938. Entusiasmó en su aportación durante el partido de octavos frente a Brasil, en el que Wilimowski hizo cuatro tantos pese a la eliminación de su equipo.
En 1939 retorna al F.C. Kattowitz tras la división de Polonia al ser invadidos por los nazis. Entonces se prohibía competir en cualquier deporte a los polacos, razón por la que "Ezi" adoptaría la ciudadanía alemana para seguir jugando al fútbol.
Ya como miembro de la selección alemana de fútbol, el atacante continuaría con su carrera jugando en varios clubes alemanes. Del Kattowitz pasaría al PSV Chemnitz, de donde pasaría al 1860 München, con el que conquistaría la copa alemana en 1942.
Otros equipos para los que jugaría Wilimowski serían el SG Chemnitz-West, BC Augsburg, Offenburger, Singen 04 y VfR Kaiserslautern. También jugaría para LSV Mölders en los últimos años del conflicto bélico mundial, un equipo del ejército en la Cracovia ocupada por los alemanes.
Fue considerado como un traidor por el gobierno polaco y perseguido por algún líder nazi a sabiendas de los orígenes polacos por parte materna. Su madre llegó a ser esclava en el campo de concentración de Auschwitz, sin embargo sobrevivió.
Ernest Wilimowski es el primer hombre que anotó cuatro goles en un partido de la Copa del Mundo. |
- Con la selección de Polonia hizo 21 goles en 22 partidos, y con la alemana convirtió 13 en 8 encuentros. No obstante, el único evento importante internacional lo jugó con Polonia, llegando a ser uno de los mejores goleadores de la historia, capaz de hacer cuatro goles en un partido del Mundial de Francia 1938 contra Brasil.
Con la selección de Alemania llegaría a dejar su huella como goleador, aunque nunca competiría en torneos de gran relevancia. A partir de 1942 ya no volvería a jugar como internacional cuando aún le quedaban años de fútbol.
Así fue la vida de un grandísimo delantero de los años treinta y cuarenta, uno de los mejores delanteros que se vieron en aquellos años marcados por la Segunda Guerra Mundial. Ernest Wilimowski vivió hasta los 81 años, pereciendo el 30 de agosto de 1997 en Karlsruhe, ciudad de una Alemania en la que pasó toda su vida.
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